Aquí tienes tres ejercicios para que experimentes con las técnicas de pensamiento de diseño.
Empatía
La empatía es un primer paso necesario en todo proyecto de design thinking. Implica abordar las opciones de diseño y de negocio a través de los ojos del usuario final o del cliente, y comprender y anticipar realmente sus necesidades. Estas actividades de design thinking pueden ayudarte a meterte en la cabeza de tus usuarios, a encontrar patrones y problemas, y a conectarlos con el problema que tu equipo está tratando de resolver.
Creación de personas
Los personajes son un gran método para centrarse en el usuario y asegurarse de que se están creando para sus necesidades más urgentes. Las características, los problemas y los deseos habituales de su usuario objetivo están representados por personas. Para centrarse en diversas demandas y fomentar formas divergentes de ver un desafío, necesitas construir de una a tres personas para tu proyecto.
Crea su primera persona
Ideación
Usos alternativos
Usos alternativos es un ejercicio de ideación que fomenta el pensamiento divergente y fuera de lo común.
Cómo funciona:
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Poner el minutero en 3 minutos.
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Escoge un objeto ordinario, como un cepillo de dientes.
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Apunta todas las ideas que puedas sobre formas alternativas de utilizar ese objeto. Por ejemplo, un cepillo de dientes podría utilizarse para limpiar cosas, cepillarse las cejas o crear un divertido efecto de salpicaduras de pintura para un proyecto artístico.
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Recorre la sala y haz que cada miembro del equipo comparta sus ideas favoritas.
Se trata de un ejercicio fácil y divertido que sirve para grupos de todos los tamaños. Y al final, deberías tener una amplia mezcla de ideas prácticas, inusuales y tontas. Puede que incluso te sorprenda lo creativo que puedes ser después de un par de rondas de ejercicios. Esta actividad es una forma estupenda de calentar el cerebro y sentirse cómodo con el equipo antes de lanzarse a una sesión seria de brainstorming.
Malas ideas
El brainstorming consiste en generar ideas sin juzgarlas. Cuanto más creativas y extrañas sean, mejor. Pero conseguir que la gente comparta pensamientos no pulidos es más fácil de decir que de hacer.
El ejercicio de las malas ideas ayuda a su equipo a abordar las ideas con una mentalidad abierta, animándoles a considerar todos los posibles beneficios y aplicaciones incluso de las propuestas más descabelladas.
Cómo funciona:
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Forme grupos de dos o tres personas.
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Asigna a cada grupo una idea objetivamente mala, como "Calcetines de papel de lija" o "Paletas con sabor a ketchup".
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Dé a los grupos cinco minutos para que discutan todos los beneficios potenciales, usos y puntos de venta de su producto asignado.
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Haz que cada grupo "venda" al equipo su mala idea.
Diviértete con ella. Malas ideas es una actividad sencilla que puede poner en marcha el pensamiento innovador y ayudar a su equipo a centrarse en los beneficios y las posibilidades en lugar de en todas las formas en que una idea podría fracasar, lo que constituye la mentalidad perfecta para generar ideas interesantes y originales durante su reunión formal de brainstorming.