El comercio electrónico, a menudo conocido como comercio electrónico o comercio en línea, es la compra y venta de productos y servicios a través de Internet, así como las transferencias financieras y de datos necesarias para completar estas transacciones. El comercio electrónico se utiliza con frecuencia para referirse a la venta en línea de bienes reales, pero también puede aplicarse a cualquier tipo de transacción económica que sea posible gracias a Internet.
Mientras que el negocio electrónico abarca todos los elementos de la gestión de una empresa en línea, el comercio electrónico se centra en el intercambio de productos y servicios.
La primera transacción en línea de la historia tuvo lugar el 11 de agosto de 1994, cuando un tipo vendió un CD del grupo Sting a un amigo a través de su sitio web NetMarket, una plataforma de venta al por menor estadounidense. Este es el primer caso de un consumidor que compra un producto a una empresa a través de Internet, o "comercio electrónico", como se conoce actualmente.
Desde entonces, el comercio electrónico ha progresado hasta hacer más sencillo encontrar y comprar cosas a través de tiendas y mercados online. Tanto los autónomos como las pequeñas empresas y las grandes organizaciones se han beneficiado del comercio electrónico, que les permite ofrecer sus productos y servicios a mayor escala que las compras convencionales fuera de línea.
El comercio online tiene una serie de ventajas, que van desde vender en cualquier lugar hasta ofrecer experiencias a medida que fomentan la fidelidad, y además ofrece un escaparate abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana.
-
Comodidad: Las compras en línea hacen que las compras sean más fáciles, más rápidas y menos lentas, con ventas en 24 horas, envíos rápidos y devoluciones sencillas.
-
Personalización y experiencia del cliente: Las plataformas de comercio electrónico pueden desarrollar perfiles de usuario detallados que permiten a los usuarios personalizar las cosas que ven y ofrecer recomendaciones de otros artículos que podrían gustarles. Esto mejora la experiencia del cliente al hacer que se sienta comprendido a nivel personal, lo que aumenta la probabilidad de fidelidad a la marca.
-
Los clientes de todo el mundo pueden comprar en los sitios de comercio electrónico, y las empresas ya no están limitadas por la ubicación o los obstáculos físicos.
-
Los minoristas digitales pueden crear escaparates en línea con pocos costes de instalación y funcionamiento, ya que el ladrillo y el mortero ya no son necesarios.