Las intervenciones creativas influyen en las organizaciones no creativas a través de tres tipos de elementos creativos y artísticos, que se explican en el siguiente artículo.
1. Elementos creativos y artísticos
A través de las intervenciones creativas, todos los profesionales que participan en los procesos organizativos, principalmente los directivos, pueden exponer a las partes interesadas (principalmente los empleados o los clientes) a elementos creativos y artísticos mediante invitaciones al arte, y añadiendo obras de arte compradas o encargadas a la apariencia de la organización, normalmente exponiendo obras de arte en el lugar de trabajo.
De este modo, las intervenciones creativas crean una comunicación estética, generando una experiencia que va desde el entretenimiento más o menos casual (por ejemplo, el arte decorativo y la música convencional) hasta encuentros profundamente conmovedores con perspectivas, ideales y formas de pensar personales.
El compromiso con las obras de arte en las organizaciones no sólo puede dar lugar a importantes procesos de desarrollo tanto individuales como de equipo, sino que también (a) muestra el apoyo a las artes, lo que, a través de diversos grados de publicidad, a menudo cuenta como un signo de buena ciudadanía corporativa y (b) transmite los valores de las organizaciones (por ejemplo, conservadores frente a progresistas) y su posición supuesta o deseada en la sociedad (por ejemplo, elitista frente a popular).
2. Competencias creativas y artísticas
Las capacidades de los creativos y artistas no siempre se limitan a un uso puramente artístico. Algunos ejemplos son el pensamiento y la actuación no convencionales ("originalidad"), llegar a la gente a través de la comunicación "más allá del lenguaje" (es decir, mediante imágenes, objetos y sonidos dispuestos en el espacio y el tiempo o mediante textos que hablan "entre líneas"), hacer apariciones con gran presencia (escénica) y carisma, y perseguir objetivos con una determinación y resistencia excepcionales.
Estas capacidades suelen ser útiles en las organizaciones si se utilizan con cuidado en el momento, el lugar y la aplicación adecuados.
3. Arte y prácticas creativas
Las intervenciones creativas pueden utilizar los conocimientos sobre las artes para informar sobre las prácticas organizativas.
Por ejemplo, tratar las prácticas organizativas como si fueran prácticas artísticas puede servir de base para aplicar conocimientos adicionales sobre la comunicación (con el cliente), lo que puede permitir una "mirada nueva", una nueva perspectiva sobre lo que se hace en la organización y, a su vez, facilitar el cambio y la flexibilidad organizativa.
En pocas palabras, las intervenciones creativas no sólo aumentan la eficiencia, la motivación y la cultura corporativa al identificar y ofrecer soluciones a los problemas de comunicación (por ejemplo, a un artista se le puede ocurrir la idea de producir un documental fotográfico del trabajo y el lugar de trabajo de los empleados, para aumentar la motivación, la responsabilidad colectiva y la comunicación eficiente), sino también la prestación de servicios y la innovación de productos.
No cabe duda de que los creativos y los artistas son capaces de atraer la creatividad de las personas interrumpiendo las rutinas, las mentalidades y los procesos de gestión convencionales y, a la inversa, abriendo espacio a nuevas formas de pensar y actuar.
A través de las intervenciones creativas, las organizaciones tienen la oportunidad de reevaluarse con nuevos ojos y cuestionar lo que hacen, cómo lo hacen y por qué lo hacen. Los creativos y los artistas suelen ser más productivos cuando se enfrentan a la incertidumbre, que está en el corazón de la innovación, y pueden intercambiar soluciones para apoyarse mutuamente con la organización, las personas y los equipos de todos los niveles de las organizaciones en la exploración de lo desconocido, de modo que las buenas ideas no se maten bajo la presión de encontrar soluciones rápidas.
Por lo tanto, este compromiso mutuo puede estimular a los individuos y a los grupos a nivel emocional, físico e intelectual, trabajando de diferentes maneras e introduciendo experiencias positivas compartidas dentro de los grupos.